El Kibbutz

Kibbutz: colonia, settlement, asentamiento, rincón elegido dónde alzar la tienda final, dónde salir al aire de la noche con la cara lavada por el tiempo, y unirse al mundo, a la Gran Locura, a la Inmensa Burrada, abrirse a la cristalización del deseo, al encuentro. En la Rayuela, el cielo y la Tierra están en un mismo plano, hay que entrar al cielo a patadas, el zapato patea la piedrita, mirar al mundo a través del ojo del culo, la piedra debe pasar por ahí, llegar al Kibbutz. (Cortázar)

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10/08/2006

Vendetta


SAMUEL DASHIELL HAMMETT

Creador de Sam Spade e importante forjador del género negro

Por: Jonathan Torres

Esta vez en Vendetta un regalo para los amantes del buen género negro. Por si no lo sabían, en Colombia estamos viendo un fenómeno de publicación negra que aparte de afianzar preceptos del estilo marcado por los clásicos, se atreve a explorar una nueva manera de retratar los ambientes oscuros, urbanos y underground, sustentada en la exposición de personajes con historias diferentes que en determinado momento se unen logrando una catarsis que rompe el estilo tradicional y acaba con los clichés de la figura detectivesca, con el suspenso, el enigma y la heroificación de personajes.

Pero bueno, ya se hablará de los contemporáneos, el turno es para Samuel Dashiell Hammett, considerado junto a Raymond Chandler como los padres de la novela negra estadounidense. Hammett nació en St. Mary's County, en 1894. Hizo parte de la Agencia de Detectives Pinkerton, donde comenzó a escribir relatos policiacios para la revista Black Magic en 1922. Tocando el tema de los relatos, el año pasado la editorial Seix Barral publicó una antología titulada Sólo te ahorcan una vez. El libro contiene diecinueve de sus mejores trabajos en historia breve, conteniendo Un hombre llamado Spade, en el cual se presenta el famoso personaje creado por el autor para determinar las características del atractivo y astuto detective Sam Spade, que difiere de los anteriores en tanto que aquéllos simbolizaban melancolía y fealdad, al igual que cerebros fríos para descubrir al asesino sin importar los medios. Se percibe también de manera explícita la influencia de la Depresión de Estados Unidos, acompañada por el conflicto del tráfico ilegal de alcohol. Esto lo hace a uno pensar que en una sociedad aparentemente tan pacata como la gringa en las primeras décadas del siglo XX, la exposición de los temas oscuros y suburbanos por parte de escritores como Hammett significó una transformación en la manera de ver el mundo, llegaban de igual manera al cine las imágenes de la corrupción política y policiaca, delincuencia omnipresente e ilegalidad.

Regresando a nosotros, valdría únicamente cambiar los conceptos y el efecto sería el mismo, los actuales escritores que en nuestro país se dedican a explorar los bajos mundos, están poniendo en escena los sucesos y personajes olvidados, escondidos. Se trata de una constante vigilancia de las instituciones y los procesos sociales por parte de ojos sensibles y tintas literarias, lo que Mendoza, Gamboa, Collazos, Franco, Montt, Alape, etc. hacen es cambiar el prisma trillado por un cristal transparente que eso sí, para quienes no estén preparados, será sin duda una espada de Damocles.

Hammett publicó su primera novela en 1929, llamada Cosecha roja, en la que el personaje principal es un N.N. agente de la Continental, que protagonizó también la novela La maldición de los Dain, el mismo año. En el 30 publica su novela El halcón maltés, que en 1941 fue llevada al cine por John Huston y en la que Humphrey Bogart personifica a Sam Spade. Nada difícil de lograr, pues por lo general el estilo de la novela negra es muy cinematográfico, uno parece recorrer los bares, hoteles y demás locaciones con una cámara al hombro mientras está leyendo. Porque finalmente eso es lo que decide que un escrito sea negro o no; el crimen está lejos de ser la piedra angular del género, yo diría que, y al parecer muchos están de acuerdo, el factor determinante en un escrito policiaco, criminal o en últimas negro, es el ambiente.

"El crimen no debe ser expuesto como algo refinado" dijo Chandler con respecto a los relatos de Agatha Christy, y viene al caso en la medida que es la habilidad creadora del autor al momento de describir sus escenarios lo que le otorga el poder suficiente de captar a un lector y transformar su vida, dejando atrás la banalidad de una muerte.

Se alistó en la armada y sirvió en las dos guerras mundiales, para después trabajar como guionista en Hollywood. La crítica en general supone que no publicó nada significativo después de 1934, agravado por la tuberculosis en la Primera Guerra Mundial y con un problema complicado con el gobierno de los Estados Unidos, que lo tenía referenciado como traidor y comunista. En 1951 fue encarcelado por unos meses, debido a la misma acusación de haber colaborado con el Partido Comunista.

Su vida termina en 1961 padeciendo juicios y denuncias, además de las continuas persecuciones de los inspectores de Hacienda y el FBI. Pero su obra trasciende como uno de los pilares del género que ahora moviliza escritores en todo el mundo. La labor es la misma con Rimbaud y Bukowski, con Baudelaire y Maiakovski, junto con varios otros escritores, algunos de ellos catalogados como "malditos", por tener una sensibilidad innata hacia lo negro, lo oculto, no se trta únicamente de denunciar la perfidia de las organizaciones políticas y sociales, es también una intención poética por derribar tabúes y humanizar. Pues al utilizar el término humano se ha llegado a una confusión, muchos lo pronuncian refiriéndose a conceptos prácticamente mesiánicos y divinos, siendo todo lo contrario. El hombre es perverso por naturaleza, destructor y sórdido, por eso los "malditos" y escritores negros pretenden encontrar a Dios en la mierda, lo poético del asunto es que lo logran, la perfección es la suma de todas las perfidias y no hay mejor manera de analizar al ser humano que a partir de sus esquizofrenias.

"Cada día vemos que la naturaleza nos inspira la inclinación más violenta hacia lo que los hombres llaman crimen(...) la idea del crimen supo siempre inflamar los sentidos y conducirnos a la lubricidad". Donatien Alphonse François, Marqués de Sade.


 
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