Basura Aqi

Soho se quedó sin ideas

La revista prohibida para las mujeres, Soho, al parecer está en crisis pues se le acabaron las ideas de publicación. ¿Será que tanto Photoshop y modelitos de medio pelo agotaron las páginas de la revista, y hoy no queda ninguna idea novedosa? Lo cierto es que Soho después de intentar rebuscar temáticas distintas, lo que hicieron fue aumentar esa monotonía que ahora posee la revista. Una de esas idea era el “De rumba con…” utilizando a la controvertida Karla Giraldo, a un enano, un parapléjico que se enmarcan en ámbitos bizarros, algo trillado que dejó a la revista en cama de hospital.

Y actualmente está agonizando temiendo la muerte, aún más después de la publicación de María Adelaida, actriz de “Sin tetas no hay paraíso”, que mostrando el cuerpo de la mujer lo más natural posible crearon unas fotos que producen repulsión en el lector acostumbrado a ver cuerpos perfectos. Soho teme ahora en innovar pues acostumbró a sus lectores a lo mismo y si modifica algo en su publicación, el resultado puede ser catastrófico: la revista desaparecerá.

Después de haber ganado (justamente) el conflicto legal contra la iglesia e instituciones conservadoras, de la controvertida sesión de fotos de Alejandra Azcarate representando a Jesús, Soho adquirió mayor respeto por parte del público. Una revista curiosa, liberal y de interés general se gestaba en la mente criolla, mientras la revista cruzaba por un mal momento donde las portadas de Soho se quedaban vacías, pues muchas de las modelos y actrices colombianas ya se han desnudado más de una vez. Por eso lanzó en su última edición una convocatoria buscando mujeres interesadas en salir en Soho.

Pero el problema no termina ahí, la nueva publicación Don Juan, que apareció pisando fuertemente para competirle , se le está llevando un buen público que antes era fiel lector de Soho. Y la respuesta no está en rebuscar temas y hacer una revista de la que poco se entiende su contenido, pues las secciones empiezan a no estar muy bien definidas, y se convertirá en un catalogo nada más perdiendo esa esencia con la que Soho nació.

No me interesa si ustedes quieren apoyar la (siempre) “novedosa” causa de Soho. De pronto para muchas mujeres el sueño de su vida es aparecer en una revista de éstas, mirándose cuando la publiquen después de haber sido retocada una y mil veces la imagen en programas de edición, y besar la portada como algún día lo hizo Narciso, y entender su belleza equivalente a la tinta y al olor del papel cuando la revista se abre por primera vez. Pero qué mal que Soho nos modele el gusto a punta de Photoshop y peor aún con la farándula nacional.

Y actualmente está agonizando temiendo la muerte, aún más después de la publicación de María Adelaida, actriz de “Sin tetas no hay paraíso”, que mostrando el cuerpo de la mujer lo más natural posible crearon unas fotos que producen repulsión en el lector acostumbrado a ver cuerpos perfectos. Soho teme ahora en innovar pues acostumbró a sus lectores a lo mismo y si modifica algo en su publicación, el resultado puede ser catastrófico: la revista desaparecerá.

Después de haber ganado (justamente) el conflicto legal contra la iglesia e instituciones conservadoras, de la controvertida sesión de fotos de Alejandra Azcarate representando a Jesús, Soho adquirió mayor respeto por parte del público. Una revista curiosa, liberal y de interés general se gestaba en la mente criolla, mientras la revista cruzaba por un mal momento donde las portadas de Soho se quedaban vacías, pues muchas de las modelos y actrices colombianas ya se han desnudado más de una vez. Por eso lanzó en su última edición una convocatoria buscando mujeres interesadas en salir en Soho.

Pero el problema no termina ahí, la nueva publicación Don Juan, que apareció pisando fuertemente para competirle , se le está llevando un buen público que antes era fiel lector de Soho. Y la respuesta no está en rebuscar temas y hacer una revista de la que poco se entiende su contenido, pues las secciones empiezan a no estar muy bien definidas, y se convertirá en un catalogo nada más perdiendo esa esencia con la que Soho nació.

No me interesa si ustedes quieren apoyar la (siempre) “novedosa” causa de Soho. De pronto para muchas mujeres el sueño de su vida es aparecer en una revista de éstas, mirándose cuando la publiquen después de haber sido retocada una y mil veces la imagen en programas de edición, y besar la portada como algún día lo hizo Narciso, y entender su belleza equivalente a la tinta y al olor del papel cuando la revista se abre por primera vez. Pero qué mal que Soho nos modele el gusto a punta de Photoshop y peor aún con la farándula nacional.

Hoy pa’ la caneca Soho, su creación de estereotipos de belleza y total ausencia de temas frescos y verdaderamente interesantes.