El Kibbutz

Kibbutz: colonia, settlement, asentamiento, rincón elegido dónde alzar la tienda final, dónde salir al aire de la noche con la cara lavada por el tiempo, y unirse al mundo, a la Gran Locura, a la Inmensa Burrada, abrirse a la cristalización del deseo, al encuentro. En la Rayuela, el cielo y la Tierra están en un mismo plano, hay que entrar al cielo a patadas, el zapato patea la piedrita, mirar al mundo a través del ojo del culo, la piedra debe pasar por ahí, llegar al Kibbutz. (Cortázar)

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4/23/2007

Jónica



La cultura como antídoto

Por: José Báez

Primero debo disculparme para quienes vistan este blog pues hace mucho no publicábamos. Razones hay muchas que resumiría en una sola, tiempo, al menos por mi parte es así. Pero bueno, lo cierto es que estamos en un momento cultural importante en la capital que El Kibbutz no podía omitir: la vigésima Feria Internacional del Libro, enmarcada dentro de los requisitos de Bogotá capital mundial del libro. Estamos trabajando en el periódico de la feria llamado Ex-libris, y mi recomendación es que no se pierdan la fantasía inigualable que promete encerrar esta versión de la feria.

Hace poco salió en El Tiempo un recuento estadístico de las visitas a las bibliotecas, sorpresivamente la Luis Ángel Arango ha obtenido el primer puesto a nivel mundial, es más visitada que bibliotecas europeas, orientales o norteamericanas. Eso es una noticia buena, lo que se entiende es que a la Luis Ángel va mucha gente a recibir el servicio gratuito de consulta bibliográfica. Esa asistencia masiva ha permitido generar políticas culturales para continuar con la promoción de la lectura en la capital. Fíjense cuatro años atrás las bibliotecas el papel tan importante que están tomando a nivel local, se han construido redes de entre ellas envidiables para cualquier país latinoamericano, y esto ha ayudado el ingreso fácil a la lectura por parte de los bogotanos.

Lo innegable es que esa estadística se contrasta con otra que parece más preocupante. Los índices de lectura siguen por debajo del 25% en la capital. Menos del 50% de las familias bogotanas tienen libros en su casa. Entonces ¿Qué pasa acá? Puede ser dos cosas: la primera es que la gente que asiste a las bibliotecas no lo haga precisamente para consultar y leer un libro. Suena ilógico, pero yo hago parte de ese grupo, he entrado a la biblioteca Luis Ángel a encontrarme con gente, a ver cine, o un concierto, a hacer consulta en las filminas de periódicos antiguos, a ver revistas, o a ver alguna exposición de arte, pero nunca me he leído un libro en esa biblioteca. Ni si quiera estoy afiliado. La segunda, es que la encuesta se haya realizado con preguntas incongruentes o embarazosas. Un profesor decía que cuando a uno le preguntan ¿Cuántos libros se leyó en el año? La respuesta puede ser tan ambigua y amplia que libro se le podría decir a un recetario de cocina, o a un texto escolar. La gente puede creer que se refieren a literatura, poesía, filosofía, y dirán: ninguno.

Yo no creo que en Colombia no se lee, lo que pasa es que no se lee lo que debería leerse. Aunque ¿Quién soy yo para decir esto? Bueno es mi opinión, creo que no dejara mucho en la cabeza los libros (por cierto mejor vendidos el año pasado) de Isabela Santo Domingo, Los caballeros las prefieren brutas. No lo he leído, ni me atrevería a hacerlo por solo el título aberrante que posee. Seguro es un libro de lectura fácil y de una y que otra carcajada que se lee mientras se está en el baño. Lo que yo creo que pasa es que la televisión está violando de forma fratricida la concepción de literatura. Lo culto lo vuelva inaccesible y lo popular lo vuelve culto. En las secciones de farándula reseñan libros, como de alta cultura, y acá caben los de Walter Riso, o los de alguna actriz que le dio por escribir sobre las tusas de amor. Están vendiendo una idea de literatura para mentes “privilegiadas” por eso acá la gente cuando se lee un libro se cree erudito en el tema y habla sin dejarse refutar. A mi me pasa lo contrario, cada vez que me termino un libro me doy cuenta de lo ignorante que sigo siendo, inclusive más que cuando lo empecé.

Dicen por ahí que un hombre no sería capaz de leerse una biblioteca así pase toda la vida leyendo. Hay tanta basura publicada, y los temas tan variados que la gente se abstiene de entrar a un recinto tan denso, donde los libros se pelean por ser leídos. Hay un cuento de Cortázar que para mi es casi un destino fatal del hombre, en éste, los libro empiezan a ocupar la tierra y por más que los eliminen quemándolos o lanzándolos al mar, son tantos los que escribieron que el hombre termina aniquilándose por su propia pluma. Y si una persona en su vida puede leerse cierto número de libros, pues que mejor sería que leyera aquellos que le alimenten y le hagan pensar, porque los de autoayuda simplemente te alimentarán. En la inutilidad de los libros está el delicioso sabor del pensamiento. Un amigo dice “si los libros sirvieran para algo, dejarían de servirme”.

Hoy en la Feria uno se sorprende al ver montañas de publicaciones, de autores que conocerá solamente la mamá, y se asusta al no saber qué comprar. Confundir un apellido o un nombre puede ser fatal. Lo cierto es que esta feria es un espacio inigualable para la industria editorial, es un beneficio para los bogotanos en busca de literatura escondida o de precios bajos en libros que puntean las ventas. Y la cultura se convierte en un antídoto para una sociedad tan trajinada y doliente como la nuestra. Posiblemente sea esto una incongruencia de mi columna anterior, yo no quería decir que se acaben los actos culturales y darle comida a los chocoanos, La cultura no es la solución a los males del Estado, creer eso es algo muy romántico. La política para la política, la economía en lo suyo, y la cultura también. No puede ésta suplir las funciones que deben hacer las demás. Lo cierto también es que el Estado debe estar presente tanto en actividades culturales como e aquellas de necesidades de primer orden, privilegiando éstas últimas.

Mi invitación: ir a la feria, pasarse por los pabellones en especial el del homenaje a nuestro Nobel Gabriel García Márquez, y el del país invitado en esta ocasión Chile que se viene con una cata de poesía inigualable. Estarán escritores como Juan Villoro, Alberto Fuguet, Guillermo Arriaga, Claudio López, Francisco Hinojosa, Hernán Rivera, Jorge Herralde,” entre otros, que serán participes de mesas redondas, conversatorios y lanzamientos de libros. Uno de los artistas más esperado es Roberto Gómez Bolaños “Chespirito”, que estará en Corferias en el lanzamiento de su libro Sin querer queriendo. Si quieren más información le dejo esta página donde salen todas las actividades de la feria. Y a embriagarnos de cultura se dijo.



 
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