El Kibbutz

Kibbutz: colonia, settlement, asentamiento, rincón elegido dónde alzar la tienda final, dónde salir al aire de la noche con la cara lavada por el tiempo, y unirse al mundo, a la Gran Locura, a la Inmensa Burrada, abrirse a la cristalización del deseo, al encuentro. En la Rayuela, el cielo y la Tierra están en un mismo plano, hay que entrar al cielo a patadas, el zapato patea la piedrita, mirar al mundo a través del ojo del culo, la piedra debe pasar por ahí, llegar al Kibbutz. (Cortázar)

Google

9/30/2006

Para empezar la labor literaria



Si quieres escribir, o tienes guardados en tus archivos cuentos que para ti son baluarte de tu creación literaria. Si de pronto ayer te sentiste un Borges, un Cortázar, o un Chéjov, pues ésta es la oportunidad para lanzarte al torrente de la apuesta y la suerte: La literatura Colombiana.

Se están realizando varios concursos que consisten en enviar sus textos, especialmente cuentos, y el ganador recibirá excelentes premios:

1. El primero lo hace la alcaldía, se llama “Bogotá por Bogotá”. Una idea del IDCT y la Secretaría general lanzado el 16 de agosto de este año. Ya recogieron un número de cuentos con el cual harán la primera publicación que seguramente estará en los estantes de “Libro al viento” próximamente. Hay que presentar el relato sin exceder las 600 palabras. Además si lo suyo no es escribir, o de pronto le parece mejor contarlo, puede ir a el Museo de Arquelogía, Casa del Marqués de San Jorge: Carrera 6 N. 7-43, y podrá gravar por medio de un aparato instalado para este proyecto alguna historia, o leer su cuento. Para más información visiten http://www.bogotaporbogota.blogspot.com/ http://www.idct.gov.co/ .

2. El segundo lo está realizando la Universidad Externado, “XIX Concurso Universitario Nacional de Cuento Corto y Poesía”. Este concurso ha tenido siempre un buen renombre y ha sido otorgado a exponentes de la literatura colombiana antes de ejercer su oficio como escritor. El departamento de extensión Cultural de la Facultad de Comunicación y Periodismo invitan a todos los universitarios interesados en participar hasta el 29 de Septiembre (si no alcanzaron, no se preocupen todos los años se realiza este concurso) dando el fallo el 7 de noviembre. Al ganador es muy posible que le publiquen y además será remunerado. Más información: Departamento de Extensión Cultural Facultad de Comunicación Social – Periodismo
mailto:dextensionc@uexternao.edu.coTel: 3419900 Ext: 1480

3. El último lo está haciendo GO “Guía del ocio”, es su segundo concurso de libros y letras donde entregaran 1 millón de pesos en libros al ganador. El tema es Ciudad Erótica y el relato no debe superar las dos cuartillas. Envíe tres copias de su cuento en sobre cerrado con sus datos personales a la dirección de GO: K 13 # 49-15, of 301 Tel: 2876423 o a Libros y Letras Av. 39 # 15-15 Tel: 3230399. Buzon@goguiadelocio.com
culturalibrosyletras@gmail.co http://www.goguiadelocio.com/ / http://www.librosyletras.net/

9/29/2006

Basura aqi

Un plan muy bueno pero muy caro




Yo, como muchos lectores, soy estudiante, para empezar hay que entender la economía del estudiante. Es simple: depende únicamente de los ingresos de los padres y la mesada diaria que éstos le den, claro está que el estudiante debe gastar dinero alimentándose, sacando fotocopias y en transporte sin contar otras actividades de ocio. ¡Pues sí!, casi siempre estamos vaciados, sin dinero en el bolsillo.

A mí, como a muchos otros lectores, me gusta salir a dejar disipar el tiempo, y qué mejor que encontrarse en la calle o en un sitio público un evento cultural gratuito, es una bienvenida abierta sin reproche, es sentir que Bogotá respira por sí sola cultura. ¡Ahh!... qué agradable aroma, es algo así como amareto, canela, anís y humo de cigarrillo.

Pero también están los eventos magníficos que hace esta ciudad. Sí, esos que pareciera que uno no creyera viendo el cartel y anotando la información, excitado e incrédulo para poder asistir. Estos próximos meses, Bossa n’ Stones, La Triviata (temporada de ópera), Teatro Negro de Praga, el concierto de Las voces del silencio, Joaquín Sabina, Nelson Pinedo (ex integrante de la Sonora Matancera), Babasónicos. En teatro, Pa sus tres, El Método Granholm, Cabaret (el musical), Perfume de arrabal y tango, Temporada de repertorio (en el teatro libre del centro), Festival de cuenteros quiero cuento 2006, Una hora es una hora ¡es una hora!, Lucha libre, y muchos eventos de considerable precio en Bogotá.

Pareciera como si quisieran limitar el acceso a la cultura a quienes poseen el dinero suficiente para comprarla, ¿qué es entonces la cultura? ¿Algo de unos pocos que se hacen llamar cultos, porque seguramente han viajado a Paris, hablan dos idiomas y lucen su vestido inarrugable Armani en el lobby del teatro?. Lo cierto es que ellos no aprecian estas expresiones artísticas y culturales sino que van, porque sí, porque pueden y quieren, y qué.

La idea no es ésa. Somos estudiantes y deberíamos tener cierto trato privilegiado en estos eventos. Por eso aplaudo a entidades como la Alzate Avendaño, o la Biblioteca Luis Ángel Arango, o el Planetario, donde los costos de presentaciones artísticas son relativamente bajos, no superan los cinco mil pesos. Mientras que estos eventos de boletería comercial, muchos sobrepasan los cien mil y algunos no bajan de veinte mil pesos. Celebro también a los proyectos de lectura que está llevando la alcaldía con su “Libro al viento” de manera gratuita y los PPP (Paradero Paraparque Paralibro). Me acuerdan cierto singular olor…

Hoy...pa' la basura los planes buenos, pero inaccesibles por su
costo, que parecieran coartar la cultura y entregársela a sólo unos pocos.


9/24/2006

Vendetta


SIN MENTE NO HAY ESCRITOR

Proliferación de literatura para comprar y no leer
Por: Jonathan Torres

Así como en la foto debe quedar uno después de haberse tenido que leer una novela que por supuesto sólo puede alcanzar la popularidad luego de ganarse al público televisivo, que siendo francos, no es el más crítico ni literario de este país. Con una sonrisa fingida, ojeras despreciables y rostro famélico de puro desagrado. El efecto de esta telenovela es sin duda abrumador, recuerdo que al día siguiente de su primer capítulo, iba sentado en Transmilenio, con mi usual librito mañanero, que por esos días debió haber sido Doctor Faustus, cuando se sube una mujer de unos cuarenta años con un ejemplar de la novela en la mano todavía con la envoltura de plástico.

A mi madre se lo habían prestado. Lo curioso es que ella va como en la mitad desde hace varios días y no veo que avance. Además me pregunto si la señora de Transmilenio lo habrá destapado o si lo tendrá sobre la mesita de noche para convencerse de la mentira piadosa de que algún día lo va a leer. Me inclino más por la segunda opción. Sin embargo, si lo llegase a leer, sin duda tendría el mismo efecto que El Código Da Vinci, un libro de rápida lectura, casi imperceptible.

Lo que sucede con este tipo de literatura es simple, no perdura. En algún lado leí que la de Dan Brown era una historia que pretendía ser novela policíaca, Thriller, reconstrucción histórica, ataque a la Iglesia, de lo que por mucho lograba lo último, en estos días tan fácil para cualquiera. Está escrita para ser consumida por cerebros idiotas que no logran ver la nimiedad que tienen en frente, un intento fallido que revela las ganas, más no el talento.

Sin tetas no hay paraíso es sin duda entonces, una historia que quiere llegar a ser sicaresca –término acuñado por Héctor Abad Faciolince con respecto a las novelas del sicariato–, o tal vez novela negra, pero que se queda cojeando en el camino. Termina por ser un sinsabor en la lengua de quienes se han consagrado en este tipo de literatura. Para comprobarlo habría no más que consultar a Jorge Franco, a Nahum Montt –quien por cierto opina que el éxito de El Código Da Vinci se debe a ser una historia escrita para estúpidos, por lo que cualquiera se siente inteligente leyéndola–, a Oscar Collazos, entre muchos otros escritores colombianos que han tomado las riendas de un tristemente casi invisible género negro por un lado y sicaresco por el otro, en el país. Se trata del ambiente, la psicología de los personajes, ese toque poético y talentoso que se exige de un buen escritor, su mente debe notarse salvo como ese motor ininteligible que pone en marcha una obra negra, que no sucede con la historia en cuestión.

Para mí y yo creo que para muchos verdaderos lectores, la palabra Best Seller se ha convertido más bien en una advertencia que en una invitación. Sabemos que las obras que por lo general se venden como llaveros terminan siendo algo muy parecido, utensilios para cargar por la calle, lucir en reuniones, mostrar en Transmilenio, pero que en realidad nunca van a ser utilizados para lo que están hechos, y de suceder, van a ser tan efímeros como un insulto al cielo. No me malinterpreten, es justo analizar la estética traquetizada que se está apoderando de nuestro país, pero como bien sentenció mi apreciado Cortázar –quien también se acercó en algunos cuentos al género negro–: "no hay malos temas, los malos son los escritores".

9/22/2006

Basura Aqi

¿Por qué escuchar cuenteros ya no es un buen plan?
Por José Báez
Los cuenteros hace pocos años invadieron a Bogotá. Algunos sitios se convirtieron en espacios propicios para realizar narración oral; universidades, plazoletas, plazas, bares, teatros y parques acompañan a estos personajes, que sin la necesidad de un micrófono mantienen a un buen número de público atento a sus narraciones que después pagarán unas cuantas monedas de gratitud.

Usaquén, Maloca, Lourdes, el Parque Nacional, entre otros sitios, se convirtieron en espacios típicos de domingo de cuentería. Y no existía mejor plan que ir a escuchar cuenteros una tarde y reírse un rato, pero lo malo vino cuando como por arte de magia pulularon unos que se autodenominan cuenteros y repiten las mismas historias de los verdaderos. ¿Quién no ha ido a cuenteros y dice: ah sí ese ya la lo oí?, y llega un punto en que es jartísimo encontrarse al mismo personaje contando las mismas historias como si sufriera de una verborrea mental o falta de producción.

Lo peor no es eso, pues pareciera también que los cuenteros todos fueran primos, hermanos, o con una extraña relación familiar. Todos utilizan el mismo sonsonete paisa, llegan a las mismas moralejas (“por eso…no tiren, hagan el amor”; “por eso… no pierdan más el tiempo por que un te quiero se puede decir todos los días”… “Porque la paz no se logra en el monte, la paz se hace en casa”) así el cuento sea diferente, de pronto cambian uno que otro personaje, caen en el lugar común del acento paisa montado y un silencio que espera un bullicio de aplausos.

Y los otros, que sus narraciones se sustentan en la grosería (que particularmente me parecen mejores), y un lenguaje urbano propio, sin embargo siguen cayendo en el mismo error, la repetidera de la repetidera (como dicen los maestros). Pongámoslo así: a mí me gusta mucho la lasaña, pero si me dan lasaña todos los días, puedo llegar a odiarla totalmente, algo parecido me está pasando con la cuentería en Bogotá.

Y hay de todo tipo, groseros, borrachos, maricas, aburridos, tropeleros, gamines, gomelitos, viejos. Pero eso sí, todos dicen los mismos apuntes clásicos y aburridos que después de “La pelota de letras” de Andrés López ya se vuelven un cliché narrativo. Estoy seguro que el: “deje así” nunca se había usado tanto, si no hubiera sido por López, que también es cuentero bogotano y creó un lenguaje propio burlándose de lo común (un valor para darle). Pero no me parece que todos los cuenteros quieran ser él y salgan con el mismo “échele café”, el paseo de olla, las historias de la abejita Maya y José Miel en el televisor de tubos. Ya está bueno ¿no?

Sí me invitan a oír cuentos, ahora lo pienso dos veces antes de tomar esta decisión, y apuesto lo que sea a que la cuentería se va a convertir en el lugar común de Bogotá, (el cuento de estudiantes, tradición oral, el cuento del noviazgo, los de princesas y dragones, los de clase rica y pobre etc.) en el fetiche aburrido de los domingos. Bueno, no quiero tampoco que se acaben estos espacios tan bonitos de congregación popular que se han ganado en la ciudad, ni más faltaba. Lo que deseo es que estos narradores encuentres su personalidad, su propio estilo, su única voz. Así oírlos es ir a encontrarse con un artista único, inigualable, excepcional, extraordinario…Un verdadero juglar.
Hoy ...pa' la basura la falta de creación de los cuenteros de Bogotá que proporcionan una monótona y aburrida presentación

Basura Aqi

"Basura Aqi" será la columna escrita por José Báez, se encargará de encontrar y reseñar los malos planes que hay en Bogotá. Lo más importante es que ustedes pueden colaborar dejando comentarios o en el correo josericardobaez@gmail.com donde recibiremos toda clase de comentarios de un mal plan que hayan pasado en la ciudad, y dejen su "¡¡Basura Aqi!!" . Igualemente habrán críticas y columnas de opinión , con el único proposito de fiscalizar a la luz pública para que se busquen soluciones a deficencias que nosotros y ustedes encontremos en Bogotá.



9/17/2006

Vendetta


NO PAGA


Nombre tentador pero propuesta chorro 'e babas


Seguramente ya se habrán enterado de la reciente publicación del libro Bogotá Bizarra, lo cierto es que yo, como amante de este tipo de temas, esperaba algo mejor.

Hablemos del precio, son $43.000 por una guía de espacios extraños y surrealistas, underground. Para algunos, la mención de estos epítetos nos obliga a recordar las publicaciones de Taschen, esa editorial que se ha encargado de ganarse un lugar en el pequeño presupuesto de nombre "para gastar en maricadas", que a la larga son las cosas que más disfrutamos.

Yo por lo menos tengo el The Best of Bizarre, colección de fotografías y artículos de la revista de John Willies, quien puso a los Estados Unidos a excitarse a punta de tacones altos, mujeres sodomizadas y prendas de cuero para nada despreciables. Se trata de hallar lo exquisito en detalles que bien pueden lindar en lo obsceno, sorprender por su sencillez o ser simples símbolos atrayentes debido a su antinomia con valores cotidianos. El caso es que me costó $47.000 y aparte de ser un libro muy bien editado, de estar en inglés y oler bien, su pasta dice: "sí, lo vale".

Volvamos a ese intento por despertar a los inadaptados bogotanos, a quienes nos jartan los planes tradicionales y disfrutamos de un cafecito en San Moritz o viendo a una enana disfrazada de Betty Boop bailando casi sexualmente. Ahora resulta que quieren vulgarizar lo bizarro, pero por lo bajo. Sabroso que esté al alcance de todos, que la créme innée de la sociedad deje un poco el golf, pero habría que pensarlo en términos de calidad y valor de cambio. ¿Es en verdad tan popular como se ve con esa carátula y contenido semejantes a los de un directorio telefónico? Yo no creo. Pienso que más bien las élites se están apropiando de un derecho consuetudinario a conocer el mundo bizarro bogotano por pura curiosidad, por moda, por tener algo chic que hacer en los ratos libres. Ya tienen muchas cosas adornadas, para qué un libro con pasta dura y edición superior a los estándarse comunes.

Hablemos entonces de nosotros, del estudiante universitario que lo quiere comprar pero no ve esa justicia plástica que justifique gastar tanto dinero. Mutatis mutandis, uno compra algo en Taschen porque aparte de sus entrañas, la anatomía externa de los libros es exóticamente seductora. Seamos honestos, deseamos la mayoría de títulos de este género porque son, digámoslo así, únicos en su especie, con ediciones que resaltan, es la pícara vanidad literaria; pero yo por lo menos no voy a pagar más de cuarenta mil pesos por una guía bizarra que se me presenta tan pacata, es la feita del barrio; yo sé que en el fondo es bonita, pero no paga, para eso me quedo con las eternas caminatas esperando encontrar eso bizarro que ando buscando, es más poético y fuera de eso, me quedo con la platica en el bolsillo.

PDTA: Si usted tiene un plan bizarro para recomendar, deje su comentario en esta columna, comparta con sus iguales esa actividad tan amena y hogareña que es levantarle la falda a Bogotá y hacerle a un lado los cuquitos. Por pura mojigatería no hemos querido promocionar este tipo de actividades, pero bueno, ahora que ya estamos en más confianza con nuestros lectores, vamos a ver si responden bien a esta nueva iniciativa, o si por el contrario nos dejan de leer.

9/10/2006

Vendetta

Empecemos la tradición. Vendetta será la columna de opinión que se publicará todos los lunes en el Kibbutz. Estará a cargo de Jonathan Torres, o como algunos sin importarles prefieren llamarlo, Gael.





¿QUÉ VER Y QUÉ NO VER?

Dilema ético contemporáneo.

Seguramente les ha pasado lo mismo que a mí cuando algunos días llego a casa tan extenuado por ocupaciones varias y sin sentido, que tal vez un libro sea más jarto que relajante. Es cierto, nosotros los jóvenes vivimos estresados por nada y todo nos agota. Ahora bien, entre nada y todo existe un momento de ocio en que nos entregamos al descanso irresponsable; cuando leer no es una opción, miramos la caja, nos acostamos y agarramos el control.

Es cuando el pulgar más nos detesta, pues de su incesante labor no encuentra receso y enrojecido nos insulta. EL zapping es ahora la acción más común en nosotros, y cuando digo nosotros hablo de jóvenes, niños, adultos y ancianos en general. Aquí cabe una aclaración necesaria, refirámonos únicamente a occidente, y de ésos, a los que tienen el poder adquisitivo suficiente como para tener una televisión en casa. Estando eso bien claro, no queda más por hacer que sentir pena.

Cada día los programas televisivos son más malos, la pornomiseria se ha convertido en el actual Pan y Circo que pregonaba el coliseo romano. Las industrias culturales colombianas hacen uso de la mente social a su antojo, generando continuamente patrones de distinción a los que supuestamente el pueblo tiene posibilidad de alcanzar si cumple las condiciones, que son: llorar más que los demás, tener más defectos físicos, ser el que más sepa aprovechar sus penas y, si es posible, demuestre que le quedan pocos meses de vida. Entre más en la mala y acabado se encuentre usted, será más famoso, o por el otro lado, entre más mediocre sea. Los televidentes distraídos se están sumergiendo en un pantano de pobreza tanto cultural como emocional, guiados como borregos a enclaustrarse en la ignorancia mientras ríen hipócritas con un Factor X paupérrimo, Bailar por un Sueño pornomiserable y un Desafío que pretende construir conciencia de clases en un país en que esto es imposible a partir de estereotipos clichetudos y mercantiles.

Es prudente aclarar que el problema no es de la televisión, sino de quien la hace. Muchos por ahí hacen apología en detrimento de la TV, se muestran a favor únicamente de productos literarios, a esos les pregunto si su fuerza intelectual es tan frágil que sienten perderla al sentarse a ver tele. Uno sí tiene derecho a hacerlo, y no por eso se va a embrutecer. Con whisky reírse del humor negrísimo de Boston Legal, sorprenderse de todo lo que ignora viendo History Channel -hablando de este canal, hoy a las 9 pm estará presentando un programa dirigido por Pirry sobre secretos de nuestra querida capital- o Discovery. Saber de comida del mundo con Anthony Bourdain en People and Arts. Y podría gastar muchas más palabras recomendándoles buenos programas con los que utilizar el tiempo de sobra. No le teman al televisor, pero eso sí, aprendan a identificar cuando lo que están viendo pretende sacarles lágrimas a la fuerza, los invita a despreciarse a sí mismos, repite las mismas historias de las que ya están jartos y sobre todo los que sientan que les están pegando en la mollera con un mazo untado de... ya saben qué.
 
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